Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México |
Portada del libro dedicado a la vida de Leonora Carrington |
No hay que poner la palabra antes de la realidad,
hay que poner primero la realidad.
Leonora Carrington
Elena
Poniatowska tomó sus primeras bocanadas de vida en París (1932) pero,
seguramente, sus primeros relatos los escribió en la ciudad de México, lugar a donde emigró siendo una niña, para huir de la Segunda Guerra
Mundial. Tomó la nacionalidad mexicana y
se vinculó al país contando a través de periódicos las noticias de este. Lo demás, ya todos lo saben: las novelas, el
reconocimiento internacional con La noche de Tlatelolco y los premios, entre ellos el Cervantes
2013 y, el último, Ciudad
de México la Medalla Bellas Artes.
Chorley (Lancashire, Inglaterra) fue lo primero que vieron
los ojos de Leonora
Carrignton (1917-2011). Sin embargo, como
Poniatowska, aunque algo más mayor, estaba destinada a terminar su vida
triunfando en México. En Londres conoció la pintura surrealista de la mano de
su compañero y amante Max Ernst. A esta relación dedica Elena Poniatowska su
libro Leonora, donde también se
descubre la personalidad de una mujer que, incluso, fue encerrada por su padre
en un psiquiátrico de Santander. “Pretendí rendirle con Leonora un homenaje, un
tributo amoroso. Leonora nunca sacrificó su ser verdadero a lo que la sociedad
convencional esperaba de ella, nunca aceptó el molde en el que nos cuelan a
todos, nunca dejó de ser ella.”, contaba
Elena Poniatowska en el epitafio que le dedicó a Carrignton
Extracto del libro Leonora de E. Poniatowska |
Dos mujeres artistas
de Europa que encontraron su lugar en México. Y que se conocieron por sus
profesiones. La periodista quiso escribir sobre la pintora, y la pintora quiso
darle a entender a la periodista el porqué de sus obras. Las dos buscando su
realidad antes de escribirla.
Poniatowska y Carrington. Elena y Leonora.
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