Llanos de la Rosa Cifuentes | Reportaje| Literatura
- La literatura en lenguas cooficiales todavía no ha recuperado el nivel previo al franquismo
- Editoriales como Bromera luchan por dar a descubrir autoras valencianas y reconocer a otras tan consagradas como Isabel-Clara Simó
- "Mientras existan creadores en valenciano, la cultura no morirá", manifiesta la escritora ilicitana Vanessa Díez Tari
A veces, las represiones
(o más bien los represores) no se conforman con controlar las ideologías,
religiones o costumbres, si no que quieren atacar también a las expresiones culturales, quizá porque
estas son una forma de expresión de las anteriores. Para cohibir a un pueblo
artísticamente, basta con empezar por la expresión más simple: la palabra. Y
eso sucedió durante casi cuarenta años en algunos territorios de España. En
palabras de Luis de Galinsoga, periodista y político español que ocupó la dirección de La Vanguardia Española de Barcelona durante veinte años
por designación del gobierno franquista, consistía en: "Pensar como
Franco, sentir como Franco y hablar como Franco, que hablando en el idioma
nacional, ha impuesto su victoria". Y la zona valenciano-parlante no se
libró de esta censura lingüística.