Aitana G.Cantos | Reportaje
- La folclórica fue el gran prototipo de mujer del cine español durante el régimen de Franco
- El destape fue una etapa que "cosificó" a la mujer mostrándola desnuda
- Pilar Miró fue una de las primeras directoras en romper tabúes y cambiar las "miradas"
“La historia del cine español es
parte integrante de la historia del siglo XX (…), la cronología de nuestro cine
es parte de la historia de nuestro país”, sostienen los autores del libro Cineespañol en cien películas (2002), el cineasta Miguel Ángel Barroso y el
periodista Fernando Gil Delgado. Y evidentemente, el cine español también ha
sido un espejo sobre el que proyectar una realidad cambiante y en
transformación que ha dado paso de la imagen de la mujer con peineta y volante
a la de cineastas jóvenes y comprometidas con su género.
Aunque los comienzos del séptimo
arte se remontan a finales del siglo XIX francés con los hermanos Lumiére y el
cine mudo a la cabeza, este invento llegó rápidamente a España, un país
enfrascado en una situación convulsa a nivel político y social en el que la
denominadas “españoladas” fueron abriéndose camino poco a poco y cobraron un
importante auge. A partir de 1936 con el estallido de la Guerra Civil y
especialmente entre 1939 y 1975, las “españoladas” vistieron las grandes
pantallas de los cines del país y orientaron el imaginario colectivo hacia una
figura clave: la folclórica.