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miércoles, 4 de junio de 2014

Mujer y cine español, de la peineta a la dirección

Aitana G.Cantos | Reportaje

  • La folclórica fue el gran prototipo de mujer del cine español durante el régimen de Franco
  • El destape fue una etapa que "cosificó" a la mujer mostrándola desnuda
  • Pilar Miró fue una de las primeras directoras en romper tabúes y cambiar las "miradas"

“La historia del cine español es parte integrante de la historia del siglo XX (…), la cronología de nuestro cine es parte de la historia de nuestro país”, sostienen los autores del libro Cineespañol en cien películas (2002), el cineasta Miguel Ángel Barroso y el periodista Fernando Gil Delgado. Y evidentemente, el cine español también ha sido un espejo sobre el que proyectar una realidad cambiante y en transformación que ha dado paso de la imagen de la mujer con peineta y volante a la de cineastas jóvenes y comprometidas con su género.

Aunque los comienzos del séptimo arte se remontan a finales del siglo XIX francés con los hermanos Lumiére y el cine mudo a la cabeza, este invento llegó rápidamente a España, un país enfrascado en una situación convulsa a nivel político y social en el que la denominadas “españoladas” fueron abriéndose camino poco a poco y cobraron un importante auge. A partir de 1936 con el estallido de la Guerra Civil y especialmente entre 1939 y 1975, las “españoladas” vistieron las grandes pantallas de los cines del país y orientaron el imaginario colectivo hacia una figura clave: la folclórica.


lunes, 2 de junio de 2014

Paraula de Dona // Palabra de mujer


Llanos de la Rosa Cifuentes | Reportaje| Literatura





  • La literatura en lenguas cooficiales todavía no ha recuperado el nivel previo al franquismo
  • Editoriales como Bromera luchan por dar a descubrir autoras valencianas y reconocer a otras tan consagradas como Isabel-Clara Simó
  • "Mientras existan creadores en valenciano, la cultura no morirá", manifiesta la escritora ilicitana Vanessa Díez Tari

A veces, las represiones (o más bien los represores) no se conforman con controlar las ideologías, religiones o costumbres, si no que quieren atacar también  a las expresiones culturales, quizá porque estas son una forma de expresión de las anteriores. Para cohibir a un pueblo artísticamente, basta con empezar por la expresión más simple: la palabra. Y eso sucedió durante casi cuarenta años en algunos territorios de España. En palabras de Luis de Galinsoga, periodista y político español que ocupó la dirección de La Vanguardia Española de Barcelona durante veinte años por designación del gobierno franquista, consistía en: "Pensar como Franco, sentir como Franco y hablar como Franco, que hablando en el idioma nacional, ha impuesto su victoria". Y la zona valenciano-parlante no se libró de esta censura lingüística.

Las complicaciones del valenciano

Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece

Muchas son las nuevas posibilidades de publicación para los escritores que inician su carrera como tal: agentes literarios, concursos, autoedición, literatura online editoriales independientes… Pero la crisis agudiza el número de autores que tienen que recurrir a estas opciones, con lo que, a mayor demanda,  más escritores que se quedan sin ver sus obras publicadas.

El mundo de las letras valencianas ve ampliadas las complicaciones, no solo para los noveles, también para algunos de los ya consagrados.  “La falta de promoción y ayudas institucionales, y el escaso índice de lectura hace que la literatura en valenciano dependa en exceso de los premios literarios”, denuncia Josep Espinós Felipe. Este escaso impulso lleva a un mínimo reconocimiento de los escritores valencianos. Además, Espinós Felipe apunta otra causa para este fenómeno de desconocimiento: “La fragmentación del mercado literario catalán, que dificulta la difusión de los escritores valencianos en Cataluña”.

Contra esta ruptura trabajan editoriales como Bromera.  Uno de sus responsables, Josep Gregori, desvela que la idea de esta empresa es, por un lado responder a la demanda social de “una parte importante de nuestra sociedad, para la cual el valenciano es la lengua materna y que, por tanto, la entiende como herramienta para acercarse a la realidad”. Pero también pretenden conseguir nuevos lectores en valenciano, “porque es la manera de consolidar el valenciano que aprenden en la escuela”, descugre Gregori.

También cabría pensar que existe un bajo porcentaje de lectores en valenciano. “Es posible que en ámbitos en los que no se utiliza en valenciano, las cifras de los índices de lectura sugieran un reducido número de lectores”, apunta el editor Josep Gregori. Sin embargo, también señala que existe un número mayor al que reflejan algunas instituciones. Por ejemplo, durante las Trobades d’Escoles en Valencià se reúnen al año miles de niños, padres y educadores que “apuestan por vivir y, por supuesto, leer en valenciano”.

Con este tipo de actos se desmiente y sorprende a aquellos que que creen que el valenciano es una lengua con pocos hablantes y menos lectores. Y, como señala el editor de Bromera: “Para mantener una lengua viva es imprescindible que sus hablantes la utilicen oralmente, pero también que tengan a su alcance una literatura en movimiento, con novedades constantes y sin complejos, que aborde los mismos géneros y temas que las lenguas mayoritarias”.





El valencià, llengua del sentiment // El valenciano, lengua del sentimiento

Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece

Vanessa Díez Tari sent el valencià com una forma d' expressió més


Vanessa Díez Tari és llicenciada en Publicitat i RR.PP per la UA. A més, està molt vinculada a la cultura i la literatura valenciana. Abans feia el programa de ràdio Letras en vena, a Radio Jove Elx, d'on va nàixer la revista literària Letras en vena



Pregunta. Com a escriptora, ha vist alguna vegada la seua obra censurada per estar en valencià? O, simplement ha trobat més avantatges a escriure en castellà?

Respuesta. Els retalls d’un article o novel·la se solen fer més pel tema en qüestió que per la llengua en què estan escrits.


P. En quina llengua se sent més còmoda escrivint?

R. Utilitze una llengua o altra. Per a mi el valencià és la llengua del sentiment i fins ara l'he deixat per a la poesia, i el castellà per a la resta. La musicalitat i ritme que tinc amb el valencià no existeix amb el castellà.


P. Creu que hi ha una literatura femenina en valencià?

R. Existeix una manera de fer femenina, però en tot, no una literatura femenina. Fins al segle XX ben poques dones eren artistes, no només escriptores i la que arribava a ser-ho en èpoques anteriors era perquè el pare o el marit coneixien l’ofici i instruïen a la dona o filla. Moltes d’elles no arribaven als llibres encara que a la seua època hagueren tingut èxit i així no arribaven a nosaltres.


P. Però vosté, amb el seu programa radiofònic i ara amb la seua revista les fa arribar a altres. Explique eixe projecte.



R.Vaig començar a buscar-les i vaig arribar a crear Letras en vena, primer com a programa de ràdio i després com a revista cultural digital (la primera de la província d' Alacant).


P. I, com creu que es podrà aconseguir una igualtat de creació i repercussió?
R. Abans només teníem la versió masculina i a vegades encara s’imposa en quantitat. Fins que la meitat de la població del món no conte les seues històries des del seu mirall no hi haurà una creació en equilibri.



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Vanessa Díez Tari es licenciada en Publicidad y RR.PP por la UA. Además, está mucho vinculada a la cultura y la literatura valenciana. Antes hacía el programa de radio Letras en vena, a Radio Joven Elx, d'on nació la revista literaria Letras en vena
Pregunta.Como escritora, ¿ha visto alguna vez su obra censurada por estar en valenciano? O, simplemente ha encontrado más ventajas a escribir en castellano?

Respuesta. Los recortes de un artículo o novela se suelen hacer más por el tema en cuestión que por la lengua en que están escritos.


P. ¿En qué lengua se siente más cómoda escribiendo?

R. Utilizo una lengua u otra. Para mí el valenciano es la lengua del sentimiento y hasta ahora l'he dejado para la poesía, y el castellano para la resto. La musicalidad y ritmo que tengo con el valenciano no existe con el castellano.

P. ¿Cree que existe una literatura femenina valenciana?

R.Existe una manera de hacer femenina, pero en todo, no una literatura femenina. Hasta el siglo XX muy pocas mujeres eran artistas, no solo escritoras y la que llegaba a serlo en épocas anteriores era para que el padre o el marido conocían el oficio e instruían a la mujer o hija. Muchas de ellas no llegaban a los libros aunque a su época hubieran tenido éxito y así no llegaban a nosotros.

P.   Pero usted, con su programa radiofónico y ahora con su revista las hace llegar a otros. Explique ese proyecto.

R. Empecé a buscarlas y llegué a crear Letras en vena, primero como programa de radio y después como revista cultural digital (la primera de la provincia d' Alicante) .

P. Y, ¿cómo cree que se podrá alcanzar una igualdad de creación y repercusión?
R. Antes solamente teníamos la versión masculina y, a veces, aún se impone en cantidad. Hasta que la mitad de la población del mundo no cuente sus historias desde su espejo no habrá una creación en equilibrio.

Isabel-Clara Simó, la mejor embajadora de las letras valencianas

Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece

La escritora alcoyana ha dedicado toda su vida a las letras


Aunque nacida en Alcoi (Alicante, 1943), Isabel-Clara Simó vive vinculada a Barcelona, donde no ha dejado de lado, de un modo u otro, su lengua materna, el valenciano.

Periodista y escritora, Simó es considerada una de las autoras modernas más importantes de la literatura catalana, y de las españolas más traducidas a otras lenguas. No existe género que la literata no haya trabajado: ha publicado alrededor de cincuenta títulos en casi todos los géneros: novela, narrativa breve, narrativa juvenil, teatro, poesía, guiones radiofónicos y televisivos, recopilaciones de artículos, ensayo, memorialística… Una producción tan prolifera por la que ha sido reconocida en numerosas ocasiones. En el año 1978 gana el premio Víctor Català con su primer libro, És quan miro que hi veig clar, ha sido galardonada con el Premi Sant Jordi y el Premi de la Crítica Serra d'Or,. Además, sus compatriotas le han entregado en cuatro ocasiones el Premi de la Crítica dels Escriptors Valencians y la Medalla d'Or d'Alcoi.

A pesar de todos esos premios por su producción en valenciano y catalán, Isabel-Clara Simó revela que no fue hasta su paso por la universidad que empezó a entender la importancia de su lengua materna. “Yo pensaba que mi lengua era sólo para hablar con la familia. No había leído ni una línea en mi lengua. Y a los 20 años escribo la primera cuartilla en catalán, que era una carta a un amigo, con diccionarios y gramáticas al lado”, confiesa la autora.

El día a día de Isabel-Clara Simó es un ‘no parar’. Dedicada a la enseñanza, el periodismo y la escritura, la propia autora dice que si no hiciera tantas cosas se aburriría. “Yo he tenido un vida poco interesante. Era la hija de un maestro y creo que era una muchacha melancólica, introvertida, que jugaba sola, que leía, que escribía desde muy pequeña... el noventa por ciento de mi vida era escuchar a mi padre, en la academia, en casa, durante las largas e interminables tertulias que también se hacían en casa”. En esos recuerdos de su infancia también aparecen los primeros textos que escribió. “De pequeña me decían que tenía facilidad para relatar”, confiesa la periodista. Sin embargo, no cree que lo suyo sea un don: “Claro que tengo facilidad para fabular, pero lo tiene todo el mundo que se lo proponga. Yo creo mucho en el trabajo y la disciplina a la hora de trabajar” aclara.

“Isabel es una gran artesana de las palabras, una mente lúcida, una creadora incansable que sabe enganchar al lector con su talento innato y la habilidad de una escritora de sólida trayectoria”, concluye el editor de sus obras Josep Gregori (Editorial Bromera).

El cine de las catalanas




Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece

Nora Navas con su premio en la Seminci de Valladolid el pasado año


El cine en las lenguas cooficiales del Estado español tampoco ha sido ajeno a la crisis de la industria audiovisual. “Y el idioma no es más que otro problema añadido”, anota Joaquim Espinós Felipe, profesor de Literatura catalana, cine e imagen en la Universidad de Alicante. Sin embargo, el académico advierte que en el ámbito valenciano no existe una industria cinematográfica en sentido estricto. “Mucho menos después del desmantelamiento de canal 9”, sentencia. Pero si nos centramos en las películas catalanas Espinós Felipe desvela que debe considerarse al margen de si se expresa en catalán o castellano, ya que “posee una relativa vitalidad dentro del panorama español. Además, hace hincapié en que “destaca sobre todo en el apartado de autor, con directores y obras muy interesantes que triunfan en festivales españoles y extranjeros”.

Estas afirmaciones se extrapolan a las obras de algunas catalanas y se sustentan en el reciente éxito de películas como Tots volem el millor per a ella (Todos queremos lo mejor para ella, en castellano). La cinta de Mar Coll estuvo nominada en los Premios Goya 2013 por la interpretación de Nora Navas, quien se llevó el galardón en el Seminci de Valladolid en ese mismo año. Además, la actriz ya se llevó el Goya como mejor actriz por su papel en otra película en catalán: Pa negre. Otra directora triunfadora es Neus Ballús, gracias a su película La plaga, seleccionada en el Festival de Berlín del año pasado, y ha ganado el premio Gaudí a la mejor película

miércoles, 30 de abril de 2014

Pilar Viviente, la cercana lejanía de una artista

Aitana G.Cantos | Reportaje

  • Un dibujo a su madre con cuatro años demostró su talento
  • Definida como artista conceptual multimedia, tiene "alma de pintora y música"
  • Perteneciente a la Generación Reflexiva
  • Su obra tiene un compromiso con la naturaleza

Descubrir a Pilar Viviente (Madrid, 1958) es toparse de bruces con la vocación, el entusiasmo y la esencia de una artista con todas las letras. Su pequeño primer paso en el mundo del arte se remonta al París de los años sesenta y aún se mantiene vívido en su recuerdo. Tenía tan sólo cuatro años cuando su madre, cansada de que no la dejara preparar la “tortilla de patatas” para la cena, le dio un folio y una caja de pinturas gouache. “Dibujé el retrato de mamá, una imagen en la que definí el rostro, el pelo y una boca con dientes de enfado pero que al mismo tiempo sonreía”, asegura Viviente. Un gesto breve e infantil que marcaría el principio de una historia dedicada al arte.

Primer cuadro de Pilar Viviente cuando tenía cuatro años a su madre. / Imagen cedida

martes, 29 de abril de 2014

Mujeres de tablas



Llanos de la Rosa Cifuentes|Reportaje|Artes escénicas


  • Para las actrices supone una traba más a la profesión su condición de mujeres
  • Algunas autoras, como María Lejárraga se vieron obligadas a publicar bajo seudónimos
  • La efemeridad del éxito se incrementa en el caso de las dramaturgas
  • Las propias actrices y autoras teatrales ven con pesimismo su situación laboral

La casa y las tareas domésticas han sido el lugar tradicional reservado para la mujer. Esa es una verdad que hemos leído y escuchado cientos de veces. El teatro, no iba a ser una salida a esta premisa. De hecho, aquellas mujeres que se incorporaron al mundo de la interpretación, de una u otra forma, acabaron siendo criticadas, menospreciadas o simplemente ignoradas, quizá esta última sea la peor de las discriminaciones. El teatro es una de las parcelas del arte más antiguas. Para hablar de la historia de la interpretación habría que remontarse a los inicios de la humanidad. Aunque definido por los griegos, esta forma de expresión no se identifica con ningún periodo o cultura particular es una forma de lenguaje por medio del cual, originalmente, el mundo fenoménico es imitado y celebrado. 


Dramaturgas en el camino a la democracia de la igualdad

Ana Diosdado rompió moldes en sus obras del último franquismo




La muerte de Franco debía suponer una ruptura con todo lo anteriormente establecido. La democracia tenía que traer la igualdad. El mundo del teatro no fue ajeno a estos cambios. Y las mujeres menos. En los últimos años de la dictadura, ya destacaron algunas dramaturgas, como es el caso de Ana Diosdado que estrena, en 1970, Olvida los tambores y en 1973, Usted también podrá disfrutar de ella, que supone una interesante construcción espacio-temporal, y la presentación de dos personajes (Fany y Javier) densos, elaborados, dotados de profunda humanidad. Tras la muerte del dictador, estrena Y de Cachemira chales (1976), que constituye una parábola de la España de la Transición. Según Patricia W. O´Connor (estudiosa norteamericana especializada en la dramaturgia española), en su obra Dramaturgas españolas de hoy, “Diosdado rompió moldes y sirvió de modelo para otras mujeres que querían escribir teatro”. Sin embargo, también critica que, a pesar de su transgresora versión de Casa de muñecas (1987), durante la democracia, Diosdado “no progresa en cuanto a la presentación de la mujer”. 


Al iniciarse la década de los ochenta surge un numeroso grupo de dramaturgas. Algunas, como Ana Diosdado, ya habían comenzado su andadura anteriormente. A finales de la década, siguen dándose casos de mujeres con notable talento para la dramaturgia, pero la igualdad todavía no es real, aunque la Transición haya casi concluido. Uno de los casos más destacados es el de Carmen Resino quien había publicado su primer drama en 1969, El presidente. Sin embargo, Resino se da a conocer, especialmente, por ser la primera presidenta de la Asociación de Dramaturgas Españolas, inaugurada en 1987, y por su posición activa ante el aislamiento de que es objeto la dramaturgia femenina La autora definió así los objetivos de la agrupación: “Reivindicar, sin ningún tipo de tinturas ideológicas ni pancartas feministas, la actividad dramatúrgica femenina y, a través del teatro, contribuir a mejorar la situación de la mujer dentro del contexto social, cuyo sistema se obstina todavía en cerrarle determinados ámbitos de actuación”.

El silencio de una dramaturga


María Lejárraga vivió a la sombra de su marido hasta su separación


Republicana, socialista, feminista, pero, sobre todo, escritora. Son los rasgos que mejor definen a María Lejárraga (España 1877-Argentina 1974), quien colaboró activamente en el movimiento feminista y fue elegida diputada en las Cortes por el Partido Socialista Español. Sin embargo, su otra faceta, la de escritora, se vuelve uno de los casos más sangrantes de olvido de nuestro país. María Lejárraga también era conocida como María Martínez Sierra, apellidos que tomaba de su marido Gregorio, autor teatral que contó con notable fama. 


No eran pocos los que sospechaban que María colaboraba o influía en los escritos de Gregorio, aunque este nunca la citara en sus textos. Pero hoy, es una certeza que ella era la auténtica autora de la mayor parte de las piezas de su marido. Incluso tras su separación, siguió escribiendo ensayos y comedias que él  representaba con su nombre. María sólo firmó los volúmenes en prosa “cuentos breves” (1899), “La mujer ante la República” (1931), “Una mujer por caminos de España” (1952), “Gregorio y yo (medio siglo de colaboración)” (1953), “Viaje de una gota de agua” (1954)) y la colección de obras teatrales “Fiesta en el Olimpo” (1960).

Por si fuera poco, fue y se olvida nombrarla como autora de los libretos de “El amor brujo” y “El sombrero de tres picos” de Falla o “Margot” de Turina.

María Lejárraga, confesó que no firmó las obras debido a un juramento que hizo en su juventud: “Cuando publicamos ambos nuestros primeros libros, el de Gregorio fue recibido con champán y una fiesta. Cuando yo presenté el mío, nadie creyó que fuese importante y no le prestaron atención. Pillé un berrinche y juré que nunca más verían mi nombre en un libro. Hasta la muerte de Gregorio”. 

María terminó exiliándose tras la Guerra Civil y finalizó su vida en Buenos Aires, con casi un siglo de vida a sus espaldas y habiendo visto, de nuevo, su nombre en sus publicaciones, tras años de anonimato.

Para saber más: Documental dedicado a María Lejárraga

viernes, 28 de marzo de 2014

México, el poder de la letra femenina

Llanos de la Rosa Cifuentes|Reportaje|Literatura


  • Las desigualdades entre hombres y mujeres son cada vez menores en la literatura mexicana
  • Existe un boom de mujeres nacidas a partir de los 60 que han roto los esquemas de las letras mexicanas
  • Cada vez aparecen más personajes femeninos que rompen con los moldes clásicos
  • "Las escritoras mexicanas se han adentrado en una guerra más interna: la del yo y el otro", apunta la escritora Sylvia Aguilar Zéleny

Mujer, mexicana, violencia, desigualdad. Cuatro palabras que parecen estar irremediablemente unidas. Quizá tenga algo que ver que México se encuentre entre uno de los peores países del G20 para ser mujer (concretamente, en quinto lugar) y que una de sus localidades, Ciudad Juárez, sea uno de los lugares con mayor número de mujeres desaparecidas en todo el mundo. “La agresión física y sexual, una cultura machista, crímenes de drogas y un pobre acceso a la salud en determinadas zonas rurales mexicanas son los factores principales que hacen que la vida de la mujer no valga lo suficiente”, denuncia Lourdes Romero, redactora de esglobal. Tanto es así que, Blanca Rico, directora de Semillas, una sociedad mexicana defensora de los derechos de las mujeres se atreve a asegurar que “México inventó el término machismo”. A pesar de que el 52% de la población mexicana es femenina, las mujeres aparecen escasamente representadas u ocupando cargos políticos. Con ello se acrecienta la desigualdad real.

India es el peor país del G20 para ser mujer, México ocupa el quinto lugar

Cultura, prensa y mujeres

Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México

Alejandra Meza es profesora en la licenciatura de Periodismo y Comunicación social de la Universidad Kino

Una de las premisas de la prensa es que debe formar. Por ello, el denominado “cuarto poder”, tendrá algo que ver en la visión que tiene la sociedad de las mujeres como artistas. En México, ocurre lo mismo. “En términos cuantitativos la aparición de la mujer de la cultura en la prensa mexicana es menor”, desvela Alejandra Meza, periodista que actualmente investiga el abordaje de la cultura en la prensa local en México. Sin embargo, Meza interpreta que esto “no sucede por motivos de exclusión, sino porque la mujer incursionó más tarde en el ámbito de la expresión artística”. Y añade que “aún sigue en un proceso de consolidación y posicionamiento de sus propuestas”.

Si bien es cierto que la periodista cree que la falta de espacio para la cultura se trata de algo más general, no solo en relación a las mujeres artistas: “en años recientes las secciones y suplementos culturales se han visto reducidas y en general son las que reciben menos presupuesto y las que cuentan con menos personal”. A pesar de esta menor aparición en los diarios, Alejandra Meza cree cuando se premia alguna mujer, cosa cada vez más frecuente,  “se le da la atención suficiente en los medios”. 


Aun con ello, Alejandra Meza considera que la prensa mexicana debería dedicar más espacio a difundir y criticar la producción literaria, sobre todo la propia, ya que cuando lo hace tiende a centrarse en otros ámbitos geográficos. “Me parece necesario que la prensa mexicana explore las novedades literarias locales y haga el trabajo de difusión y crítica correspondiente a los libros y sus autores, sean hombres o mujeres”, critica Alejandra Meza

Rescatando a las mexicanas olvidadas

Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México

La profesora Prado Garduño lucha por rescatar a las escritoras olvidadas del siglo pasado en México

1984, al siglo XX le quedaban 14 años para finalizar, y Elena Urritia, profesora e investigadora de estudios de género, decidió que México no podía entrar en el nuevo centenario sin que se supiera más de sus mujeres.  Por eso, formó un Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer en el Colegio de México. En él, a través de varios seminarios se estudiaba a las mujeres mexicanas desde diferentes enfoques: jurídico, antropológico social lingüístico y el de derechos humanos. Además, se incluyó un taller de narrativa escrita por mujeres. Fue en esta última actividad con la que decidieron rescatar la literatura escrita por mujeres mexicanas nacidas a lo largo del siglo XX debido a que no se las reconocía en antologías o libros de historia de la literatura mexicana. En ese instante se unió, al que ahora es el actual Taller de Teoría y Crítica Literaria  Diana Morán;  Gloria María Prado Garduño, profesora y directora del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana de México. 

“Comenzamos estudiando la obra de escritoras nacidas en las primeras décadas del siglo XX, pero pronto nos dimos cuenta que era indispensable regresar al siglo XIX para comenzar con las fundadoras de la literatura mexicana escrita por mujeres”, hace memoria Prado Garduño. Surgió así la primera de muchas antologías: Las voces olvidadas. La profesora explica que resultó muy complicado obtener los textos de todas las autoras que querían incluirse en esta primera colección: “De algunas solo conseguimos un microfilm”, ejemplifica Prado Garduño.

El estudio avanzó repasando a las autoras de las primeras décadas del siglo XX, hasta llegar a las del siglo XXI. Las antologías dejan paso, entonces, a las críticas literarias  y a la teoría literaria feminista.  
En 1992, casi una década después de la formación del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer en el Colegio de México, el Taller se independiza del Colegio de México y se establece como un grupo de autogestión. “Ahí dimos el salto, pasamos de la literatura mexicana a la latinoamericana”, recuerda Gloria María Prado Garduño. También dieron el salto en las temáticas de sus publicaciones: “con el objetivo  de buscar si había rasgos que de género que diferencien la escritura de hombres y mujeres”, aclara la directora del Departamento de Letras de la UIA.

Pero la prioridad se mantenía en rescatar a esas autoras mexicanas poco reconocidas y estudiadas. Por ello, publicaron y publican pequeños volúmenes monográficos dedicados a la obra de una escritora nacida en el siglo XX y ya fallecidas, desde el punto de vista bibliográfico y crítico. Actualmente, está a punto de salir el décimo segundo ejemplar.  Aunque hasta el momento se han centrado en la primera década de la pasada centuria, Gloria María Prado Garduño adelanta que ya trabajan en las “novísimas” (período de los  70-80).

Este año se cumple el 30 aniversario de la formación de este taller que, a pesar de sus evoluciones y pequeñas transformaciones: “Seguirá alzando la voz, mediante la crítica literaria como lo hemos hecho hasta ahora, para colocar en el justo lugar que les corresponde a estas autoras y su obra”,  zanja Gloria María Prado Garduño.




Elena Garro, la mujer que describió México


Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México

Elena Garro, novelista, dramaturga, poeta y periodista mexicana

El 31 de marzo se cumplen los 100 años del nacimiento del escritor y nobel mexicano Octavio Paz.  A estas alturas, cualquier persona que hojee los periódicos de vez en cuando, lo sabe. Los actos de celebración han arrancado este mes de marzo y continuarán hasta noviembre.

Dentro de cuatro años, un centenar de ellos serán los que hayan transcurrido desde  el nacimiento Elena Garro, la mujer de Paz. A ella también se le menciona estos días, pero solo se le suele atribuir ese cargo, el de “su esposa”. Algunos son generosos y recuerdan que ella también era escritora. Pero se quedan ahí. Porque de ella interesa más contar la tormentosa, pero apasionada, relación que mantuvo con el padre de su hija, Helena Paz.

La de Elena, es otra de esas muchas historias de mujeres artistas (en este caso, novelista, poeta, periodista y dramaturga) que quedaron eclipsadas por un hombre. Sin embargo, Gloria María Prado Garduño,  no duda en citarla como “una de las escritoras más influyentes de México del pasado siglo”. Es más, cuando se le pregunta a la profesora por los personajes femeninos más importantes de su país, tampoco duda en citar a dos creados por Garro: Isabel y Julia de “Los recuerdos del porvenir”. Una obra completamente nueva para la época, con toques autobiográficos y que narra la historia del pueblo del sur de México, Ixtepec, contada por él mismo y donde se muestra de una forma distinta a todo lo anterior las relaciones entre hombres y mujeres.

El escritor Emmanuel Carballo destaca la importancia de Elena Garro y “Los recuerdos del porvenir”, porque con ellos “llegó a México el Realismo Mágico y una generación de mujeres capaces de sobresalir por encima de los hombres”.

Patricia Rosas Lopátegui, albacea de la obra de Elena Garro y biógrafa de la misma, docente e investigadora en la Universidad de Nuevo México determina que “Elena Garro es el único genio que hasta hoy ha sido capaz de decirnos cómo somos y debemos ser en México”.tora. Pero se quedan ahuir ese cargo, "to de Elena Garro.

Elena y Leonora


                                                           Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México

Portada del libro dedicado a la vida de Leonora Carrington
No hay que poner la palabra antes de la realidad,
hay que poner primero la realidad.
Leonora Carrington

Elena Poniatowska tomó sus primeras bocanadas de vida en París (1932) pero, seguramente, sus primeros relatos los escribió en la ciudad de México, lugar a donde emigró siendo una niña, para huir de la Segunda Guerra Mundial.  Tomó la nacionalidad mexicana y se vinculó al país contando a través de periódicos las noticias de este.  Lo demás, ya todos lo saben: las novelas, el reconocimiento internacional con La noche de Tlatelolco  y los premios, entre ellos el Cervantes 2013 y, el último, Ciudad de México la Medalla Bellas Artes.

Chorley (Lancashire, Inglaterra) fue lo primero que vieron los ojos de Leonora Carrignton (1917-2011). Sin embargo, como Poniatowska, aunque algo más mayor, estaba destinada a terminar su vida triunfando en México. En Londres conoció la pintura surrealista de la mano de su compañero y amante Max Ernst. A esta relación dedica Elena Poniatowska su libro Leonora, donde también se descubre la personalidad de una mujer que, incluso, fue encerrada por su padre en un psiquiátrico de Santander. “Pretendí rendirle con Leonora un homenaje, un tributo amoroso. Leonora nunca sacrificó su ser verdadero a lo que la sociedad convencional esperaba de ella, nunca aceptó el molde en el que nos cuelan a todos, nunca dejó de ser ella.”, contaba Elena Poniatowska en el epitafio que le dedicó a Carrignton

Extracto del libro Leonora de E. Poniatowska



Dos mujeres  artistas de Europa que encontraron su lugar en México. Y que se conocieron por sus profesiones. La periodista quiso escribir sobre la pintora, y la pintora quiso darle a entender a la periodista el porqué de sus obras. Las dos buscando su realidad antes de escribirla.  Poniatowska y Carrington. Elena y Leonora.  

Un best seller con sabor a México


Llanos de la Rosa Cifuentes|Despiece|México

Portada del libro de Esquivel

Para preparar el famoso chocolate a la taza, se necesita que el agua esté en su punto de ebullición. Es decir, que sea Como agua para chocolate.  Y así está Tita, la protagonista de la novela de Laura Esquivel, a punto de hervir durante todas las páginas de la obra. No es para menos. Tita vive condenada a ser infeliz, a no poder casarse con el hombre al que ama de toda la vida, Pedro Muzquiz, que le hace sentir “como un buñuelo en aceite hirviendo”. Todo por una tradición familiar que obliga a Tita, como hermana pequeña, a permanecer soltera para cuidar de su madre, Elena. Por si fuera poco el drama, a la matriarca no se le ocurre nada mejor que casar a su hija mayor, Rosaura, con el amor imposible de la benjamina. Así, Tita se ve obligada a ser la cuñada de la persona a la que ama. 

¿Cómo puede, entonces, Tita focalizar todo ese amor que guarda dentro y no puede ser externalizado? Cocinando, por ejemplo perdices con los pétalos de las flores del amante. De esta forma, se nos presenta una novela completamente distinta, que, todavía hoy a los 25 años de su publicación, sorprende a aquellos que quedan atrapados entre sus líneas. Los capítulos se enlazan unos a otros a través de platos y recetas. El realismo mágico se hace patente con las fantasiosas consecuencias, pero cargadas de metáforas,  que tienen los comensales de Tita.

Con un cuarto de siglo cumplido, Como agua para chocolate se corona como uno de los libros más vendidos de la literatura hispana y uno de los 100 de habla castellana que debe leerse antes de morir.

Una novela que se convierte en indispensable, no solo para entender ese movimiento cultural, sino también la propia historia de México. Los personajes, esencialmente femeninos, retratan el país del siglo XIX, sus costumbres, tradiciones, revoluciones y evoluciones. Los protagonistas no dejan de sorprender, porque Esquivel se toma la molestia de hacerlos complejos. Como la vida misma.



lunes, 17 de febrero de 2014

(Ellas) delante y detrás de la cámara

Carmen Thomàs | Reportaje


Fotograma de 'Thelma y Louise' (Ridley Scott, 1991)


  • El cine clásico se sirvió de unos patrones preestablecidos para retratar a la mujer
  • Actualmente existen más papeles femeninos protagonistas en las superproducciones, y pocos se acercan a la realidad 
  • Cada día son más las mujeres que se ponen detrás de las cámaras



-Creo que me estoy volviendo loca.
- No, siempre has estado loca. Lo que pasa es que ahora puedes expresarte.
Thelma y Louise



El cine y los personajes femeninos han ido evolucionando a lo largo de los años siempre de la mano. Al principio la mujer aparecía desdibujada, tal y como la época quería reflejarla. En la mayoría de las ocasiones el rol femenino se limitaba a una belleza que muchas actrices profesaban, encasilladas a ser una boca siempre callada, a tener un papel sin consecuencias, y con un poder que se limitaba a suspirar por el príncipe azul. Pero la edad de oro del cine también nos insinuó lo “ininsinuable” a través de una censura que apenas le ofrecía una personalidad a la que aferrarse. 

sábado, 15 de febrero de 2014

Los versos cantados de Conchita Rivera

Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece




Rivera se muestra encantada de recitar todo lo que escribe

Conchita Rivera se mueve por muchos actos culturales, participe en ellos o no. Josep Esteve describe a Rivera como una escritora muy humilde y, aunque habladora, "algo tímida y vergonzosa", aunque añade que "cuando recita se suelta y se envalentona". La forma de expresarse de Conchita Rivera es, sobre todo, a través de la poesía. Por eso, no duda en recitar e incluso cantar sus escritos:







Conchita Rivera: El arte de querer vivir

Llanos de la Rosa Cifuentes|Reportaje|Personaje  

  • Después de una depresión, Conchita Rivera canalizó sus ganas de seguir adelante en el arte
  • Conchita Rivera representa un ejemplo a seguir para los poetas y pintores de Elche y comarca
  • Los poetas ilicitanos reconocen su esfuerzo durante la celebración del IV Maratón de poesía y relato corto de Elche
  • El segundo libro de poesías y dibujos de Rivera se espera para los próximos meses

“No existe el por-venir, 

sí existe el por-llegar, 

y desde que nacemos
lo empezamos a andar”



Mis sueños dorados - Conchita Rivera


Conchita Rivera, artista polifacética madrileña, pero de corazón ilicitano

Contar la historia de Conchita Rivera (Madrid, 1926) es descubrir esto, que todo está “por-llegar” si debe hacerlo. Su camino en el mundo de la cultura no empezó a andarse desde que nació. Ni si quiera los primeros pasos se dieron en su juventud o adultez, como sucede con la mayoría de artistas. Rivera tuvo que esperar mucho, más de sesenta años, para poder desarrollar su talento en el mundo de la poesía, la pintura e incluso la interpretación. “Simplemente no pude hacerlo antes”, explica Conchita Rivera. Pero en su tono de voz no se percibe ni un ápice de lamento o queja, porque fue “capaz de recuperar el tiempo perdido”. 

Los surcos de la vida de Conchita Rivera

Llanos de la Rosa Cifuentes | Despiece

En su libro de poemas, Rivera también dedica páginas a relatar su vida


Simone De Beauvoir decía que “Las arrugas de la piel son ese algo indescriptible que procede del alma”. También hay quien dice que cada arruga simboliza un hecho de la vida, ya sea triste o alegre. Para Conchita Rivera sería una mezcla de ambas teorías. La artista, podría contar una historia por cada pliego de su piel. Y, entre todas, formarían la de su vida. “No me gustan las cosas tristes, la vida ya tiene muchas”, declara Conchita Rivera. Y así lo refleja en sus obras. Quizá la negatividad le produzca rechazo, precisamente porque la suya no ha sido una vida fácil. “Si tienes que vivir, debes intentar sacarle partido a las cosas y ser feliz”, anima Conchita Rivera.